
20 Oct Adolescentes, sistema educativo y duelo migratorio
Este mes, por el mes de la salud mental, ya he avisado en entradas anteriores que todo lo que escriba irá relacionado en torno a la salud mental y al duelo migratorio. Hoy quiero hablaros de adolescentes, sistema educativo y duelo migratorio, como secuela de la entrada que escribí el año pasado sobre “El fracaso del sistema educativo”.
En este caso y gracias al apoyo de mi colega Iratxe Moya y su trabajo de fin de máster “Proyecto de Intervención: Duelo Migratorio en Adolescentes Migrantes” quiero hablaros de aquellos que no escogen migrar y que por ende tampoco suelen ser beneficiarios de sistemas de apoyo para la gestión de su proyecto migratorio en las sociedades de acogida🥰🥰
Como ya hemos mencionado en diversas entradas, (puedes ir directamente a la parte del Duelo Migratorio dentro de la web), las dificultades emocionales y la congestión (por no llamarlo malestar) psicológica a la que se ven expuestas las personas migrantes y la gestión de su duelo es un condicionante que contribuye directamente a la mejora de la inclusión de las personas en las sociedades de acogida.
¿Cómo afecta el duelo migratorio a las personas adolescentes?
Si el acto de migrar de manera forzosa o no, llegar a un país diferente no sólo hispanohablante, sino también en un cambio de lengua crea una serie de dificultades, frustraciones, cambios de expectativas, que hacen que como adultos nos cueste trabajo la gestión emocional ¿Cómo será el de un/a adolescente que apenas se está definiendo e identificando con su ser?
Recordemos que la adolescencia en sí ha sido definida como un duelo, un tránsito entre la niñez y la adultez, que pasa entonces cuando ¿ni siquiera te preguntan si te quieres marchar?, ¿qué ocurre cuando ingresas en un sistema educativo diferente?, ¿cuándo aun no sabes lo que quieres para tu futuro?, ¿cuándo ni siquiera conoces los códigos culturales y necesitas amistades para reforzar tu identidad?
Las situaciones cambiantes a las que se exponen los adolescentes migrantes, no sólo condicionan su nivel psicoemocional, sino que estas pueden perdurar a lo largo de toda su vida. El duelo en los adolescentes, como en los adultos, está íntimamente relacionado con todo lo vivido en los lugares de origen, el trayecto migratorio y las circunstancias, la capacidad de adaptación y su nivel de resiliencia en la nueva sociedad. ¡Ojo! Añade también el choque cultual🙃
¿Cómo se puede gestionar desde los centros educativos?
Como ya mencionamos en la primera entrada de ese mes sobre la ansiedad social, la adaptación y sus dificultades pueden provocar la percepción de vacío, hostilidad en la sociedad, rechazo tanto a tus conocimientos como a tu valor como persona, produciendo ansiedad, estrés y en muchos casos depresión.
Por lo anterior, como padres, tutores y educadores, tenemos la obligatoriedad de asumir la deshumanización en el abordaje de las emociones de los adolescentes asumiendo que están “en la edad de…” sin prestar atención a sus sentimientos y a las vivencias que generan como personas migrantes.
La educación y así como se recoge en la carta de derechos humanos habla de que esta no sólo debe de ser gratuita, sino que está tiene que tener el objetivo del pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales.
Es por este motivo, que dentro del propio sistema educativo se deben de incluir metodologías, proyectos y actividades que potencien el respeto de la cultura de origen del alumnado😉
¿Cuál debe de ser la propuesta de abordaje adolescentes, sistema educativo y duelo migratorio?
Contar con formación intercultural que favorezca al cuidado de la salud mental de aquellos adolescentes, que no decidieron movilizarse, que no están dentro de su zona de confort y que ante la inestabilidad e inseguridad que genera el proyecto migratorio puedan trabajar el autoconocimiento positivo, abordar las expectativas de su viaje, el autocuidado ante situaciones racistas y xenófobas, pero sobre todo un reajuste de metas y expectativas a través del empoderamiento y conocimiento de la sociedad de acogida.
En el caso de los adolescentes es fundamental abordar el duelo migratorio a través de la perspectiva psicoeducativa, donde se faciliten recursos y herramientas que les faciliten abrazar su cultura de origen y adaptarse a la del lugar de acogida, entendiendo que la migración enriquece el carácter, desarrolla capacidades y habilidades sociales, nos pone a prueba y nos dota de una experiencia única para decidir qué tipo de persona queremos ser.
Si lo anterior se comprendiera de esta forma, si desde los centros educativos se pusiera en valor el talento migrante se abordaría la educación desde la inclusión y la riqueza y no desde la segregación y la exclusión.
Es más, hemos ignorado e invisibilizado tanto las emociones de estos adolescentes, que no abordamos el desarraigo como un catalizador de identificación cultural y que incide directamente en el acceso de estos jóvenes a bandas o a otros colectivos donde encuentran el apoyo, la pertenencia e identificación que sienten que han perdido en su proceso migratorio y que no encuentran en ámbito familia o escolar.
➡️ Mientras tanto te dejo noticias como esta: “El duelo migratorio se siente en las aulas” y dos entidades como son Asociación Norte Joven y Fundación Amigó que abordan la gestión emocional de los jóvenes migrantes😃
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