Tener una casa siendo migrante

Tener una casa siendo migrante

Ultimamente he estado reflexionando mucho sobre lo que significa tener una casa, un hogar, siendo una persona migrante. En el pasado, ya escribí la entrada del blog de “La casa del migrante” pero ahora, viendo el debate político, las elecciones y las noticias que nos llegan de Europa, es importante hablar de futuro y poner sobre la mesa lo que significa para una persona tener una casa cuando eres migrante. 

Hace dos años, en la publicación que realice sobre “La seguridad y salud laboral migrante” ya hacía hincapié en sobre el acceso, mantenimiento y precariedad del empleo es donde se evidencia no sólo el racismo y la discriminación, sino también la existencia de clases migratorias y aporofobia, situación que se ponen en evidencia cuando hablamos de acceso a una vivienda digna.

 

¿Qué es la discriminación residencial?

 

Desde la Asociación Provivienda en su informe del 2022 sobre Discriminación residencial y justicia restaurativa: una aproximación para la reparación del daño se indica que la discriminación por motivos étnico-raciales engloba todas aquellas discriminaciones sufridas por personas migrantes o racializadas en el acceso o mantenimiento de la vivienda que socavan el derecho a la igualdad de trato y la vivienda, y dificultan alcanzar una situación de estabilidad y seguridad inmobiliaria.

Desde nuestros privilegios, a mí me da que pensar en lo que entendemos por vivienda, porque viendo ahora las dificultades para poder tener una “vivienda digna” se nos olvida realmente el significado de esta. 

Tener una vivienda no es sólo tener cuatro paredes, es tener un hogar, un refugio, no es sólo un sitio de almacenaje (para eso ya están los trasteros), es el lugar donde cubrimos nuestras necesidades básicas, comemos, dormimos, nos ciudadanos y cuidamos, es el lugar donde soñamos y proyectamos, donde compartimos quienes somos, quienes queremos ser. 

Hablar es vivienda digna es hablar de hogar, pero la realidad es que las personas migrantes y como se evidencia en el estudio anteriormente mencionado, se exponen a situaciones en el acceso a la vivienda donde no sólo se vulneran los derechos humanos, sino que en el acceso a esta también hay racismo, discriminación y xenofobia. 

 

¿Cómo influye el acceso a la vivienda en los procesos de duelo migratorio?

 

Si la vivienda es el lugar, que nos proporciona la intimidad que necesitamos para continuar desarrollándose como personas y participando dentro de las comunidades que habitamos ¿cómo hago cuando comparto habitación con varias personas?, ¿cómo hago cuando comparto piso con diferentes unidades familiares?, ¿cómo hago cuando el único espacio que tengo en un sofá?, ¿y si no tengo lugar donde pernoctar?

El acceso o no, mantenimiento y cobertura del lugar que habitamos influye directamente en nuestro bienestar psicoemocional y hablando de las personas migrantes tiene aún más relevancia, ¿dónde voy a comenzar de nuevo?

Algunos de los factores que potencian los estresores de duelo están relacionados con el acceso a la vivienda de una persona migrante.

  • Sensación de pérdida de libertad (no hay poder de decisión en el mantenimiento, acceso y relaciones que se establecen en la vivienda)
  • Intensidad y la relevancia de los estresores. La soledad afectiva, las vivencias de terror…etc. que tiene gran relevancia emocional (compartir o habitar con un grupo de personas desconocidas)
  • Ausencia de sensación de control. Si una persona desconoce cuándo va a salir de la situación de estrés esta se potencia
  • Obsesividad, ansiedad, angustia y riesgo de crisis de pánico en las interacciones personales.
  • Ansiedad social (pérdida del sentido de pertenencia del espacio y la interacción dentro de este)

 

¿Qué significa tener una casa siendo migrante?

 

Cuando hablamos de países con un mayor desarrollo del estado de bienestar, el tema de la vivienda toma otro significado ya que supuestamente son los que cuentan con mayores sistemas de protección social que garanticen mecanismos de acceso a un hogar. La dificultad viene en que la gentrificación, los precios del alquiler y el hacinamiento hace que las personas migrantes tengan mayores dificultades o como se está dando una gravedad de lugares disponibles en los que residir.

Estas varían desde los diferentes requisitos, cuestiones y procedimientos que suponen una diferenciación especial de la población de origen migrante frente a la población foránea. 

Los lugares que habitamos, que consideramos hogar es el pilar de nuestra vida, y solo desde la estabilidad que nos proporciona el poder volver a tu casa al final de cada día y saber que cuando salgamos de casa tendremos dónde volver, sino que es el espacio donde nos sentimos o buscamos seguridad. Cuando eres migrante tu casa cobra otro sentido, es el tránsito donde cuidas el quien eras hacia el que vas a ser. 

 


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