¡Feliz Día del Padre, papá!

¡Feliz Día del Padre, papá!

¡Feliz Día del Padre, papá!

Esta semana no solo es el día del padre, sino que también es el cumpleaños del mío. Hablando sobre masculinidades y referentes positivos este post está dedicado a él y a su frase célebre: «lo que yo te dejaré será la educación».

Cuando me llevaba de camino al instituto, siempre era su momento para hablar con nosotras dentro del coche, y si yo no quería ir, tenía sueño o no había hecho los deberes…etc. Me miraba fijamente antes de despedirnos y me decía: «Mira hija, si algo he aprendido es que yo no sé dónde va a caer este globo (refiriéndose a el mismo como persona migrante) y lo único que les dejaré a tu hermana y a ti no son cosas materiales, es la educación.

Enlazándolo con el mes de la mujer, pensando en la educación y la influencia de la figura paterna en mi vida. He buscado ciertos datos que son como para no seguir mirando hacia otro lado.

 

La UNESCO indica que en el año 2020 y con la interrupción producida por la COVID-19. Aproximadamente 11 millones de niñas no regresaron a la escuela debido a la pandemia y la brecha digital.

 

¡Ojo! 😳Que esta cifra es para echarse las manos a la cabeza, porque no sólo amenaza la última década de progreso dirigida hacia la igualdad de género, sino que repercute gravemente en la integración escolar de estas niñas ¿Cuándo volverán? ¿Ya no lo harán? ¿Qué se está haciendo al respecto?

 

A ver, la educación no es solo adquirir unos conocimientos para enfrentarse al mercado laboral. Es también, tener las herramientas para el desarrollo del pensamiento crítico y por ende la falta de este, pone a las niñas de todo el mundo en riesgo embarazos adolescentes, matrimonios precoces y forzados, y violencia de todo tipo.

Pero si ya es alarmante la cifra anterior, ya hay en el mundo 130 millones de niñas que ya estaban fuera del sistema educativo antes de la pandemia, es decir; niñas condenadas a la desigualdad, a la precariedad y la sumisión machista, la violencia, la explotación, la extorsión, la trata…etc. 😔

 

La educación, no cabe duda que es la oportunidad para reducir las desigualdades, pero requiere a gritos una reconstrucción desde la equidad.

 

Si no es asequible para todos/as ¿Cómo reconstruir algo con no está comenzado? Cuando una niña interrumpe o no accede a una educación, el impacto se siente en las posteriores generaciones, genera una brecha con efecto ola, en su comunidad, país y en el mundo.

El peso de la educación no debe de recaer solo en las mujeres. Es más, al buscar datos para este post me sorprendió mucho encontrar que: en el año 2019 en España el abandono temprano de la educación-formación alcanza la cifra de 21,4% para los hombres y 13% para las mujeres. El abandono temprano de la educación-formación ha sido siempre superior en los hombres. Aunque en los últimos años esta cifra se ha ido reduciendo, indica el INE.

Con el abandono escolar, también se reduce el acceso a la educación en valores y no se trata solo de educar a las mujeres para que puedan evitar o salir del control familiar restrictivo y los roles rígidos de género. Para mejorar el estatus de la mujer, reduciendo convertirse en la única proveedora de cuidado en la familia, hay que educar a los hombres.  

 

Hay que educar a los hombres en masculinidades positivas. Sin duda, esto último es un desafío ¿Mascu…qué? ¿Eso que es? Si eso…MASCULINIDAD POSITIVA, con la que yo me crie.

 

Se trata básicamente, aunque a veces parece misión imposible🤯, en formar a los hombres con un carácter no sexista, ni homofóbico, promotores de una convivencia desde la equidad y la igualdad, más diversa, dinámica, plural y abierta. Es abordar el trato desde la equidad en todos los ámbitos de la socialización.

Finalmente, hemos pasado desde la educación de las mujeres hacia los hombres. Porque en el fondo una no puede ir sin la otra y por ello esta oportunidad de reconstrucción también puede ser un gran desafío:

  1. Cambiar nuestros patrones de crianza puede parecer tedioso y tendemos a no complicamos la vida, “yo crio como me criaron”. ¡Aja!, pero eso no significa que sean patrones de crianza positivos y además implica un esfuerzo, puesto que hay que dejar atrás nuestros roles de género (a veces cogemos el camino fácil por vaguería😜).  
  2. La educación no es solo de la mujer o del hombre, es una cuestión ciudadana, una preocupación mundial y por tanto se requieren de políticas sociales adaptadas a estos cambios. ¿Sin una educación equitativa, de calidad e inclusiva como vamos a acabar con la pobreza y las desigualdades?

 

Para mí y el significado con el que mi padre decía su frase, la educación es la llave, para abrir las puertas a un futuro mejor. En el caso de las niñas es el salvavidas, el escudo para la sumisión y la armadura que se forja con el empoderamiento y feminismo.

 

El mes de marzo, mes de la mujer, también es el mes de mi padre y del día del padre. La educación es una responsabilidad social y que requiere colaboración. Hay que posicionar la enseñanza en el centro de la recuperación social. Porque una educación más humana otorga la posibilidad para que todas las personas encuentren su espacio siendo ellos, siendo tú, sin que nadie se imponga a ti, donde prime la solidaridad y el cooperativismo.

Dentro de mi hogar familiar, todos los días que mi padre nos llevaba a estudiar nos reforzaba para que tuviéramos voz y con la educación “no permitir que nadie intentará apagar nuestra luz”. Feliz cumpleaños papá, gracias por tu educación, por ser un papa poco convencional y por siempre estar ahí para nosotras. Tu legado sigue intacto🌟

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