¿Qué significa la palabra migrante?

¿Qué significa ser migrante?

¿Qué significa la palabra migrante?

Después de varias conversaciones con diferentes personas me he dado cuenta de que con la palabra migrante aún hay errores de conceptos y no todas las personas se identifican con esta definición ¿por qué? ¿Qué significa la palabra migrante?

¿Cuántos de las personas que conocemos han permanecido en su ciudad y han echado raíces en ella? Si conocéis a alguien que cumpla con estas características, enhorabuena, conocéis “al diferente”, lo que sale de lo habitual en las grandes ciudades, lo “no normalizado”. Continuo preguntando, ¿éstas personas se sienten diferentes?, ¿no verdad?, al final somos personas que compartimos el mismo aire, respiramos de la misma forma y las mismas ganas de soñar. Entonces, ¿por qué hay migraciones de clase?, ¿por qué rechazamos lo diferente? y, sobre todo, ¿por qué intentamos incluir “al diferente” en una estructura que no se ajusta a su realidad?

Llama la atención como la utilización del lenguaje con connotaciones negativas recae sobre la palabra inmigrante o migrante, pero no con el de emigrante, expatriado o exiliado a las que curiosamente se asume el término como si no fueran personas que abandonan su lugar de origen.

Quizás la explicación debería de hacer hincapié en el hecho de por qué se mueven las personas. Aunque si hablamos de movilidad humana, quizás el concepto si engloba a cualquiera. La cuestión es que a mí, me parece que a través del lenguaje también hemos establecido las clases migratorias.

 

Pero con todo esto ¿Qué es ser migrante?

 

Antes que nada, deberíamos comenzar por definir este término, si bien las personas somos nómadas por naturaleza, a la persona migrante según la RAE se le define en dos términos como:

  1. intr. Dicho de una persona: Llegar a un país extranjero para radicarse en él.
  2. intr. Dicho de una persona: Instalarse en un lugar distinto de donde vivía dentro del propio país, en busca de mejores medios de vida.

Así mismo, La Organización Internacional para las Migraciones define la migración como “movimiento de población hacia el territorio de otro Estado o dentro del mismo que abarca todo movimiento de personas sea cual fuere su tamaño, su composición o sus causas; incluye migración de refugiados, personas desplazadas, personas desarraigadas, migrantes económicos” y por ello, se refiere si bien a migrantes internos, también a todas aquellas personas que deciden cambiar de residencia, país distinto al suyo y que conlleva una movilización fronteriza.

Si bien, ambos conceptos se ajustan a las realidades de las sociedades actuales, considero a la persona migrante como una persona que decide instalarse en un lugar distinto de donde vivía, en busca de mejores medios de vida (las migraciones pueden ser internas o externas)

 

Existen clases migratorias como sociales.

 

Depende del país de origen, color de la piel, formación académica, pero sobre todo a qué vienes y cuáles son tus intenciones. Si eres una persona de país latinoamericano con rasgos indígenas y a trabar en el sector servicios vas a ser un migrante y casi siempre ilegal. ¡Ah! Que si eres mujer cuidado porque seguro que eres “prepago” o utilizas tu cuerpo como moneda de cambio. ¡Ah! que lo que quieres es quitarme el marido y si no tienes documentos y emites una denuncia por violencia machista o una agresión sexual, antes de nada, ya se habrá determinado que lo habrás hecho por tener papeles…😒

La realidad es que las causas que producen la migración son múltiples, desde un amor, una situación climática, hasta una etapa estudiantil en otra universidad hasta socioeconómicas, salud, identidad de género…etc. Se originan TODAS por una situación de conflicto interno personal, de pensamientos con la almohada… de dirigir nuestras vidas al progreso.

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Si el origen es el mismo y las causas están determinadas, ¿por qué los efectos no?

 

En el estudio “Inmigración y salud: consecuencias del proceso migratorio”, se indica que la migración no es sólo un cambio de contexto, sino que involucra una transformación central en la vida de la persona, alterando su vida, la concepción de sí mismo y la forma en la que se relaciona con otros. Por lo tanto, supone períodos de crisis por los cuales la persona migrante debe transitar, entendiendo la crisis como una perturbación temporal de los mecanismos de regulación de la persona y su conducta.

Quizás si diéramos el paso de comprender y no sólo entender la migración como una cuestión de movilidad humana, abriríamos nuestras mentes a los procesos de duelo migratorio que genera cambios tan bruscos a los que te somete una situación de migración.

Es más, si miramos más allá y dejamos de ver las clases migratorias podemos determinar que todas las situaciones migratorias generarán los mismos beneficios: Diversidad Cultural, movimientos económicos, trabajo, talento humano, natalidad e innovación

Si cualquier migrante aporta esto a un país ¿por qué importa tanto de dónde vienes y a dónde quieres llegar? Al final, los sesgos son las limitaciones que generamos en nuestra mente y aplicamos a una realidad como la migratoria, con ellos ponemos el freno de mano al crecimiento de una sociedad.

Ser migrante, no debería tener connotaciones negativas, si abrimos nuestras mentes al hecho de que migrar es un derecho humano.

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