
05 May EDUCACIÓN Y MEDIACIÓN INTERCULTURAL
El 21 de enero, es el Día Internacional de la Mediación, como trabajadora social y mediadora, no sólo quiero hacer una reivindicación especial a esta herramienta social, con una metodología y con un impacto en la sociedad que pasa desapercibido, la mediación es casi que una forma de vida. Por ello hoy quiero contarte qué es la educación intercultural, la mediación intercultural y como la utilización de esta sería fundamental para la aplicación en las empresas, en eso que llaman los criterios EGS (Enviromental, Social y Governance)
Si vivimos cada vez en sociedades más diversas, más heterogéneas y ahora está de moda todo aquello que parezca trasgresor, desde la interseccionalidad e inclusivo. ¿Por que todavía no hablamos de educación intercultural? Y si lo hacemos, porque resulta ser sólo una mera herramienta transversal en las empresas para el cumplimiento de la EGS, en las entidades para determinar líneas de actuación y el sistema educativo… bueno eso quizás dejarlo para otra entrada…porque ni aparece (aunque esta entrada es un poco más larguita de lo habitual😉).
¿Qué es la educación intercultural?
En el libro Educación Intercultural: Análisis y resolución de conflictos del colectivo AMANI, se define la educación intercultural como una propuesta que surge ante los conflictos que se producen en las sociedades multiculturales, una educación que promueva el encuentro de las diferentes personas y colectivos o grupos culturales en un plano de igualdad, contrarrestando cualquier forma de exclusión, fomentando los valores y actitudes necesarias para llevas a cabo experiencias interculturales, así como desarrollando las transformaciones estructurales necesarias para poder llevarla a la práctica estos valores.

Hablando de educación para que algo sea aprendido necesitamos escucharlo, leerlo y escribirlo ¿Por qué somos incapaces de responder a las situaciones conflictivas puntuales que se dan en nuestro día a día con unas gafas que nos den una perspectiva global y diversa? ¿Por qué cuesta tanto la educación en valores, actitudes interculturales? Se habla de respeto, empatía, solidaridad, responsabilidad.
Pero ¿Dónde y cómo se aplica? Sin duda los delitos de odio, comentarios racistas, xenófobos y discriminatorios hablan de la poca aplicabilidad que tiene esta educación intercultural.
Lo intercultural no se debe asociar únicamente a la inmigración o a las minorías étnicas.
La diversidad, es una manifestación de la individualidad humana, es como el arcoíris, y no como un déficit que se deba de corregir, sustituir o igualar. Hay maneras de interpretar y vivir la vida, la multiculturalidad procedente de la inmigración no es la única posibilidad de construcción de unas sociedades diversas.
Por ende, no podemos hablar únicamente de la cultura como la construcción de una identidad estática y fija, sino que estas son dinámicas, se reinterpretan y deben de estar abierta a otras formas de culturas. ¿Y entonces, porque no formamos en educación intercultural?
Necesitamos una educación que trascienda a un pensamiento mucho más crítico con la realidad, asumiendo una acción de compromiso en la construcción comunitaria. Es establecer procesos de enseñanza-aprendizaje que vayan más allá de lo intelectual, lo meramente ortodoxo, para que lo vivencial y lo experimental cobren un mayor significado poniendo en valor la riqueza al cambio, a lo diferente, pero encontrando las formas de aprender a convivir en sociedades plurales.
Pensar en que la diversidad cultural genera conflicto, porque al final hay un choque interno y externo entre lo que las sociedades avanzan, las experiencias que tengamos y los propios estigmas que tengamos de crianza, hacen que al hablar de este conflicto también sea generador de oportunidades.
¿Qué es la mediación intercultural?
Como seres pensantes y emocionales que somos las personas, aparecen conflictos tanto internos como externos basados en nuestro sentir y que surgen en la cotidianeidad de nuestros días. La gravedad de estos para ser considerados conflictos viene un poco determinada por nuestras propias capacidades para prevenirlos, gestionarlos y reconvertirlos en aprendizaje que favorezca la interacción de las relaciones humanas.
Cuando hablamos de diversidad, hay que mencionar los contextos multiculturales en los que nos movemos porque como he mencionado arriba, existen muchas particularidades que hacen relevantes el cumplimiento de nuestras necesidades. En concreto cuando hablamos de personas que pertenecientes a grupos socio-culturales y étnicos distintos que comparten el mismo espacio social.

Hay que mencionar el pluralismo interno de cada sociedad, aun así, sin hablar de inmigración, puesto que hay pluralismo lingüístico, religioso, ideológico, de género, político y no olvidemos el de las clases sociales. Por eso el conflicto se da, cuando un colectivo mayoritario cuyos valores y códigos culturales son los dominantes y varios colectivos minoritarios que reclaman el derecho a la diferencia y a que la hegemonía cultural no acabe con sus particularidades.
Esto afecta a las capacidades de las personas al desenvolvimiento, de comprensión y manejo de los códigos de la cultura mayoritaria. Se hace relevante la necesidad de fomentar la comunicación entre las personas de la cultura mayoritaria y las personas de las culturas minoritarias. Y he aquí donde el papel de la mediación intercultural es la clave.
Hay que respetar la diversidad, garantizando la igualdad.
La mediación intercultural se configura como un proceso donde se pone a prueba con la ayuda de un tercero (la persona mediadora) la capacidad de nuestras comunicaciones que se han visto afectadas por la segregación espacial, por el peso de los estereotipos y prejuicios que los grupos tienen uno del otro, por el escaso dominio del lenguaje (hablamos de la misma forma, pero no nos comunicamos igual) y que afecta fundamentalmente a establecer relaciones en sintonía.
Hablando así, también se entiende que los conflictos que surgen dentro de las sociedades no son en su totalidad interculturales, ni socioculturales sino también económicos, políticos y sociales. La mediación intercultural no pone el foco en el origen de las personas como conflicto, sino en la manera en la que nos comunicamos, para que las partes implicadas puedan llegar a un acuerdo que permita establecer una buena relación. Es decir, el catalizador emocional y comunicativo.
El objetivo a nivel colectivo consistirá en que estos conflictos que supuestamente que se denominan interculturales puedan ser gestionados en situaciones donde la cultura no sea un obstáculo para el desarrollo de la convivencia.
Para mí, los conflictos que se generan por las situaciones de multiculturalidad son una oportunidad para avanzar según sean gestionados, hay que poner el foco en la estructura social y la responsabilidad comunitaria porque tanto educar como mediar son herramientas que promueven actitudes, conductas y cambios sociales que evitaran las situaciones de racismo y xenofobia al favorecer relaciones positivas.
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