Contra la Trata de Personas

Contra la Trata de Personas

Contra la Trata de Personas

Mañana es viernes 30 de julio, es el Día Internacional contra la Trata de Personas y si bien ya hice hace más o menos un mes una entrada orientada a esta temática, mujer refugiada, hoy no quería dejar de pasar el tema por alto ya que, según Amnistía Internacional entre 2013 y 2019 al menos 75.000 personas en España se encontraban en situación de riesgo de trata y tan sólo unas 1.000 mujeres y niñas fueron identificadas formalmente como víctimas de trata en el país.  

Según recuerda la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) La Trata de Personas es el traslado de seres humanos de un lugar a otro dentro de las fronteras de un mismo país o hacia el exterior con fines de explotación en su mayoría explotación sexual, laboral o en la mendicidad. Es más, es importante resaltar que aquí el consentimiento de la personas es realmente irrelevante, puesto que normalmente este traslado se obtiene por medio del engaño, amenaza, el uso de la fuerza (que también puede ser el secuestro o la coacción), el fraude, pero sobre todo un abuso de poder total ante las situaciones de vulnerabilidad humana.  

 

La situación de la pandemia ha agravado no sólo la situación de explotación sexual, en el servicio doméstico y otras formas, sino también el aislamiento. 

 

Las autoridades, tanto las migratorias, control fronterizo o las más generales, tienen la obligación de identificar y proteger a todas las víctimas de trata con independencia de su estatus migratorio o de su deseo o no para colaborar en la colaboración de un delito. Pero, desgraciadamente aquí no prima ni lo uno ni lo otro, pero si la persecución y el control. No hay coordinación, ni entre las autoridades y mucho menos con las organizaciones expertas en trata para la labor de documentación, identificación…etc. Bueno, puede que, si la haya, pero es insuficiente, además de que prima el delito y no la vulnerabilidad de la víctima.  

Para mí (¡ojo que esto es mi opinión!) ocurren tres cosas, los cuales son errores gravísimos y que se basan únicamente en mi experiencia:  

El primero, es que hemos cometido el error de “tener un perfil de víctima de trata”, ya que parece ser que sólo es la víctima de explotación sexual que cumple ciertos parámetros en el imaginario (existencia de violencia física, coacción, falta de libertad de movimiento, personas anuladas, carentes de documentación…)

¿Has escuchado alguna vez hablar del matrimonio servil? 

 

Probablemente no, pero para mí estos casos han sido los que más me han impactado en mi carrera profesional y que se han dado a conocer gracias a personas a través de internet. Para que lo sepas te diré que es el tipo de trata del que menos se habla y que  supone explotación laboral y/o sexual de un miembro de la pareja (esposo o acompañante) e implica situaciones de esclavitud, aislamientos, control, violencia física, sexual y reproductiva. 

El segundo, Los funcionarios policiales también dan más importancia al control migratorio y penalizan el cruce de fronteras de manera irregular, a pesar de la existencia de indicios de trata o explotación.  

He visto casos, en los que me he llevado las manos a la cabeza, sobre todo con mujeres víctimas de explotación sexual, donde han sido penalizadas y con orden de expulsión en mano a pesar de que han relatado su experiencia y donde había claros indicios de trata.

No siempre las unidades específicas de la policía tienen el enfoque adecuado, ni la formación en trata y en género, por lo que pasan muchas cosas no, muchísimas por alto y que hacen que se visibilicen muchas víctimas reales y potenciales.  

El tercero y último, no hay mecanismos de detección temprana, hay escasa sensibilización, tanto en lugar de origen como en el país acogedor y una escasa coordinación entre los diferentes mecanismos que están implicados y por eso muchas víctimas, no saben ni que lo son, se pierden por el camino, pero eso a los únicos que beneficia es a los traficantes que sí que están bien coordinados. 

¿Qué es la campaña sobre trata de personas #Cadenasinvisibles?

 

Campaña #cadenasinvisibles donde se denuncia que las autoridades españolas priorizan el control policial y migratorio por encima de la protección a las víctimas.

El último informe lanzado por Amnistía Internacional Cadenas invisibles: identificación de víctimas de trata en España, en octubre del 2020, informa que, desde enero hasta junio de 2019, llegaron a España 11.345 niños y 956 niñas migrantes no acompañados, y sólo 10 de ellas fueron identificadas como víctimas de trata. En cuanto a los niños, en un periodo de 4 años, entre 2014 y 2017, sólo 3 niños fueron identificados como víctimas de trata, y todos ellos en el año 2014. (de esto ya hablaremos en el siguiente post)  

Desde Amnistía se reclama un Plan de Acción Nacional Integral contra la trata (el anterior expiró en 2018) que ponga un doble foco en el género y la vulnerabilidad infantil para mejorar la identificación y asistencia a las víctimas.  

Se calcula que en España ejercen la prostitución un número cercano a las 350.000 mujeres de las cuales el 80% son extranjeras en situación de migración irregular provenientes de Brasil, Colombia, Nigeria, Rumania, Rusia y Ucrania.

Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC)   

Créeme, he estado presente en declaraciones y ni la estructura, ni infraestructura, ayuda para la toma de declaraciones, o el nivel psicosocial (pánico y terror en sus ojos) en el que se encuentra una víctima.

Desde las instituciones no gubernamentales se solicitan urgentemente mecanismos para detectar e identificar a las víctimas desde su llegada a las fronteras, unificar datos, formación específica a los profesionales, no sólo entrada sino también en Derechos Humanos, protección real a las víctimas con reglamento, ajuste y acceso a recursos específicos.  

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Imagen de PublicDomainPictures en Pixabay 

 

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